Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Imagen ilustrativa del poema

[Trece]

A cada arribo, toca un despido:
con mi promesa sonrisa de mueca
desencajándolo encoje mi corazón
y huye el yo en su galopar enfurecido.

Redondo el gesto en los padres
y mientras yo, rígido el modo
vislumbro, o lo imagino
la opacidad de la ruda certeza
o transparencia, tal vez lo mismo
en vuestras lupas.

Casi inmóvil el instante, vacío
vacío hostil, y cuán extenso:
aunque ya sé que en el mediato después
ni lágrimas quedan para mi sed.

Vosotros, de una galaxia a la otra
yo, sumergido en mi pantano,
un bello ocaso cribando cenizas
mi tronco tiznado de gris
y aquello que fue mi copa, vaciada:
la insurrección resbaló por la nieve,
y en los inviernos el grillo tampoco canta.

Fig. Aldara 05

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