Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

Humano es máquina altiva

Nosotros, los animales, nos hemos vuelto modestos ahí
comprobamos que el humano peregrina a los establos
y es el único animal, el trapacero, que no se evoca alimaña
por eso, de tanto en tanto, les florece la urticaria de quijotismo /
ay alimoches sin ojos, la jaula os masturba con las primicias
y con taimadas gabelas, siempre entre sus catequesis profanas /
y nos, los animales de impulsos humildes, nos reparamos en hielo.

¿La larga marcha?, nada de meca, no corona a los humanos
el gen de la imperfección reproduce el sarpullido de la piedad
y solo la charca roja, el frío de sangre fría, calca la historia
unos contra otros los autófagos se nutren, se debilitan
y el humanoide, olvidadizo, es el peor acabado de todos /
único que se aprovecha del espantoso vigor de sus flaquezas
único cuyas ansias de trepar jamás descansan
único que odia a la sed de su especie, y la tortura o la amputa
único con un implante de dentadura caimana
el único que asesina lo que después desperdicia
solitario que se cuelga de la profesión de ser, y el único.

Nosotros, los animales, dimitimos de sumarlos a nuestro pozo
en contra de la opinión del beato, y algunos poetas cuerdos.

Volver