1
Tengo mástil sin timón para guiarte.
náufraga desconocida, mi permanente extrañeza.
Y aun no sé cómo navega el velero.
ni si algún día mis ojos regresarán para ver tierra.
2
Mi aspiración tú la contienes
juntarnos para hacer juntos lo que el ensueño cantaba.
Oh síntesis angustiosa de las mil y una amorosas de aquellas dulces pernoctas.
3
Jamás caeremos, amigo acróbata
tampoco navegaremos por cualquiera tremedal.
Y, sin tregua, seguirá su ceñido caminar el semen volatinero
funámbulo misterioso, por encima de los cuantiosos restos domesticados.
3-bis
Jamás nada acabaremos del todo
mi compañera, ni en el Todo navegaremos.
Pero siempre habrá simientes en la lucha por crecer.
Sustitutos de las sobras domadas.
4
Tus recorridos levantaban polvo.
Diminutas volutas indicativas de tramos hechos
campanadas y anticipaciones, inequívocas, del camino aún para hacer.
5
En mis versos infinitos te imaginé
palabras de almíbar duro, si bien nutritivas
aunque no más que unas pocas se incorporasen a ti.
Los dátiles de tu oasis, regados y madurados con agua de soledad.