5
Oh inmadurez de tus grietas.
He revivido entre aquellas lágrimas rotas.
6
Oh árbol, tus negros nidos
provocan escalofríos en mi blanca arma.
7
Resurrección, lo que mana de ese imán negrísimo
que tan de ti me canta con gemidos.
8
Te has tornado balneario de mi tropel de sentidos
que estaban embrutecidos de ausencia.