Esta sección se me ocurrió para poder disponer de un espacio complementario a OBRA y CALA pero más flexible — abierto a los lectores, p.ej.—, aunque siempre orientado a «la poesía y lo poético», y, más en concreto, a aspectos como su sentido, la valoración de su calidad, la aproximación a otros poetas y poemas y a un amplio continuo de ideas o buenas prácticas, además de reflexiones stricto sensu (muestras de poetas desconocidos u olvidados, homenajes, entrevistas, análisis y ensayos sobre otras manifestaciones artísticas, relaciones de frases o versos notables, etc.). Se debe entender que, naturalmente, los conceptos de poesía y poeta son para mí hermanos de magia o mago acerca del arte y el artista, y por ello tienen cómoda acogida en REFLEXIÓN.
[Ver más en VIDA y SAL / SALudo]
ANNA KAMIENSKA - Vida y poemas
(Krasnystaw, Polonia, 1920-1986)
Reflexión 2
Con la primera versión de la sección Reflexión-2, continente y contenido, he procurado ser tímido —¿a qué excesos en poesía?— para evitar desorientar a los improbables lectores con cambios continuados o bruscos. Así, estuve una buena temporada trabajando sobre entrevistas que llamaban mi atención entre personajes de la poesía o del arte en general; después fue surgiendo una euforia tranquila hacia el maestro poeta Gamoneda, al cual dediqué un gustoso esfuerzo al respecto de su sublime y largo poema Descripción de la mentira. Y ahí sigue estando, como todo lo demás, bajo la doble colección de ya más de treinta meses bajo el botón pulsable de Ir a reflexiones anteriores.
Mediado 2012, creí que era el momento de un nuevo derrotero, esta vez de más larga duración —si el cuerpo aguanta— y siguiendo una vía semejante a la que viene indicando la sección Reflexión-1, la del abecedario. Por otro lado, mi corazoncito me viene reclamando hace tiempo una complementaria dedicación a la mujer —la mujer poeta— que ayude a suavizar el abundante defecto histórico y, a la vez, me sirva para reconocerles su general valía y sus aportaciones en este campo de la creación. Y, naturalmente, sirva de agradecimiento especial a mis lectoras, que asombrosamente son más de una.
Esa es la razón de que el 1 de julio de 2012 haya iniciado, como Reflexión-2 el ABECÉ de Mujeres Poetas, que espero completar de la A a la Z, desde una selección posible de autoras y textos. Para cada letra iré buscando lo que entienda más oportuno y accesible, desde la primera, Anna Ajmátova, y las sucesivas (ver Ir a reflexiones anteriores). Espero que la siguiente elección resulte óptima (mi preferencia es elegir poetas en español, pero a veces no lo consigo o me vence alguna devoción).
Fuentes: Páginas varias de internet, entre ellas:
«http://www.ediciones-encuentro.es/ibioculus»
«http://www.poesiademujeres.com/search/label»
«http://festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/Revista/ultimas_ediciones»
«http://artesanosliterarios.blogspot.com».
Selección y comentarios: Xoán A. Leiceaga Baltar
Ambiente y vida de Anna Kamienska
La poesía es componente esencial en la literatura polaca desde hace al menos doscientos años, seguramente porque Polonia perdió su independencia en 1795 y no la recuperó hasta 1918, a lo que se sumó la invasión nazi y el periodo de dominio soviético. La poesía fue, así, el vehículo más importante de la identidad nacional. Jan Błoński, decano de la crítica literaria polaca, llegó a decir que la literatura contemporánea polaca se debe a los poetas: Jan Połkowski, Adam Zagajewski, Wislaba Szymborska, Czesław Miłosz, Tadeusz Różewicz, Zbigniew Herbert, Stanisław Barańczak, Julian Kornhauser, Ewa Lipska, Ryszard Krynicki, etc.
En ese ambiente se movió Anna Kamienska, que estudió Pedagogía y Filología Clásica en la Universidad de Varsovia y fue esposa del poeta polaco judío Jan Śpiewak (1908-1967). Durante la II Guerra Mundial colaboró como docente en el sistema educativo clandestino (Tajne komplety). Trabajó como redactora en las revistas Wieś, Nowa Kultura y Twórczość, y desarrolló, aún, una importante labor como traductora de lenguas eslavas modernas, entre ellas el ruso, el checo y el búlgaro.
Al lado del poeta y sacerdote Jan Twardowski, Anna Kamienska se constituye en uno de los principales pilares de la poesía de temas religiosos polacos de la segunda mitad del siglo XX, si bien en su obra, a diferencia de épocas anteriores, tiene cabida asimismo la crítica socioeconómica e incluso política, especialmente durante la etapa de dominio soviético. Desde el punto de vista estético, su poesía se caracteriza por la sobriedad y la contención, deliberadamente lejos del artificio retórico, y encuentra su sentido en un sentimiento de humildad ante la belleza de la creación que, como la poesía, considera un don divino.
Obra poética de Anna Kamienska
Wychowanie — Comportamiento (1949)
O szczęściu — Sobre la felicidad (1952)
Bicie serca — Latido del corazón (1954)
Pod chmurami — Bajo las nubes (1957)
Woku ptaka — En el ojo del pájaro (1959)
Źródła — Manantiales (1962)
Odwołanie mitu — Revocación del mito (1967)
Drugie szczęście Hioba — La segunda dicha de Job (1974)
Deszczowe lato — Verano de lluvia (1980)
y Dwie ciemności — Dos oscuridades (1984)
En vela
No te concedieron el insomnio para eso
para que te evadieras con la química del sopor
sino para que atravesando el plasma de la noche
penetrases en cada oscuridad
cruzaras los muros de las cárceles
hasta alcanzar las salas de los hospitales
en las que hay quien llama desde hace mucho
para que velases junto al que ha muerto
cuando a la familia la vence el sueño
junto a quien arde en la hoguera de su conciencia
junto a quien da a luz y junto a quien expira
dando un grito
estar en vela esa gracia te concedieron
para que descendieras a la oscuridad de la oración
como a una cueva que también es cumbre
y allí en lo más profundo en su centro invisible
vieras el destello de ese costado y de esa herida
y te arrojases sobre ellos con tu corazón y con tus labios.
Este poema pertenece al libro Dos oscuridades.
Esperando una carta
Una vez más el cartero
trajo una saca repleta
de cartas no escritas.
Tu letra siempre fue pésima
pero se ha vuelto peor desde que escribes
con lluvia con viento y con nubes.
Por eso te respondo
dándote las gracias
por todas las cartas que faltan
por tu voz y por tus silencios
por los recuerdos y por los olvidos
por los encuentros y por las separaciones
por la limosna de tus visitas en sueños.
Soy feliz
porque a pesar de todo
todo hacia ti me lleva.
Este poema y los dos siguientes
pertenecen al libro La segunda dicha de Job.
Las mujeres viejas
Las mujeres viejas son jóvenes
curadas ya del duelo
por aquellos que murieron
por aquellos que aún viven.
Tan sólo ahora aprendieron ese modo de amar
que consiste en no pedir nada a cambio.
Tan sólo ahora a través de la limpidez del mundo
han logrado ver que dolor y alegría son la misma cosa.
Tan sólo ahora han llegado a ser criaturas
cuya fe está hecha de confianza y de deseo.
Tan sólo ahora han sabido ser hermosas
con la belleza de una apagada estrella de tierra.
Las mujeres viejas se miran en el espejo.
Ésa no soy yo grito desde mi piel arrugada.
Las mujeres viejas mueren.
La verdadera juventud se encuentra al final del camino.
Petición
Señor devuelve a las cosas su esplendor perdido
reviste al mar con su magnificencia de siempre
y vuelve a cubrir los bosques con sus variados colores
retira la ceniza de los ojos
limpia el amargor de las lenguas
haz caer agua pura que se mezcle con las lágrimas
permite que nuestros muertos duerman en el verdor
que nuestro obstinado pesar no logre detener al tiempo
y que el corazón de los vivos florezca con el amor.
Traducciones de A. Sobieska y A. Benítez Burraco.
FIN de los poemas de Anna Kamienska
Xoán A. Leiceaga Baltar, Mayo de 2013