Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

REFLEXIÓN

Esta sección nació para disponer de un complemento a OBRA, más abierto y flexible, aunque apuntando siempre a «la poesía y lo poético», y concretando, a aspectos como su sentido, la valoración de calidad, la aproximación a otros poetas y a un amplio continuo de ideas, reflexiones y prácticas (recordatorios, homenajes, muestras de poetas —bastante, apenas o nada conocidos u olvidados—, poemas, frases o versos notables, entrevistas y ensayos sobre esta u otras manifestaciones artísticas, etc.). Se debe entender que, naturalmente, los conceptos de «poesía y poeta» son hermanos de «magia, arte» y de «mago, artista», y por ello tienen fraternal acogida en REFLEXIÓN.

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Reflexión 1

Abecedario de escritoras – Letra V-1

  1. Valduga, Patrizia (Poeta, traductora) (Castelfranco Veneto, Italia, 1953)
    ('Ven, entra y tómame...'): «Ven, entra y tómame, pruébame, saboréame, / comprímeme, desátame, atorméntame, / inflámame, prográmame, renuévame. / Acelera, demórate, desoriéntame... // Cuéceme, hiérveme, muérdeme, rúmiame. / Luego fúndeme y confúndeme, espántame, / jódeme, piérdeme y encuéntrame, sírvete. / Pélame, quémame, atízame, incinérame. // Apriétame y aflójame, bájame y auméntame. / Mañana, asústame y tranquilízame... / disóciame, devórame... compruébame. // Amárrame, ahógame, liquídame. / Adorméceme y pruébame otra vez. / Coróname. Eternízame. Platéame.»
  2. Valentina Bustamante, Antonietta (Poeta, empresaria) (Caracas, Venezuela, 1957)
    ('Señora soledad'): «Como flor erguida / entre pastizales y vientos / huracanados vientos centrífugos / fuerza que azota y cree vencer. / En la ingenua carestía de risas / mantiene esa belleza que ignora. / Se sabe azul su recorrido de idiomas / azules sus razones y motivos / azul camina su soledad junto a ella. / Su soledad asida como siamesa. / No hay convite / no hay acompañamiento / no existe melodía,ni recuerdo cierto / ni de acertado afán. / Y se fractura por dentro / se hace de añicos de espasmos. / Es más rara que el tiempo / es una campana de carillón / sin badajo / tañendo en el silencio del ocaso. / Lleva un tumor de recuerdos tristes / en su desmemoria de flor íngrima / como en un desierto lastimero. / Continúa ese camino suyo / hasta el fin y más allá / hasta los mañanas donde la pálida brisa / detenga su llanto. / Serán algún día, su vasta mirada / sus sombras mutantes / un después / y todo será como siempre / un todo muy lejano / un todo como si no hubiere jamás pertenecido.»
  3. Valle Cerrato, Angela (Poeta, periodista) (Comayagüela, Honduras, 1927-2003)
    ('Tú, ¿eres el otro?'): «¿Tú eres el otro? No. eres tú mismo. / A quien mi sangre no ha esperado en vano. / Y el mediodía de mi vida quiso / Hacerte sol lumínico en mi mano. // Tú eres el soñado hoy, y mañana. / El surco soy para tu amable grano. / El polen eres tú que se agiganta / Para sembrarse en mi, yo no sé cuando… // ¿Quién dice que eres el otro?»
  4. Vallvey, Ángela (Poeta, narradora) (San Lorenzo, Ciudad Real, España, 1964)
    1) ('La sociedad secreta'): «Has llegado a mi casa / ordenando las quejas / de la noche. / Besos como pequeños corazones / se cayeron al suelo / sin cuidado. // El verdor de tus ojos / era una tierra fértil / cultivada entre lágrimas. // "¿Cuánto pesan los astros?", / preguntaste, / "¿y las horas del día? / ¿Saben quién somos / los milenios? / ¿Hay praderas de espacio / que se tienden tranquilas / detrás de la ventana?" // Oh, ven, ven de nuevo, / escucha los ruidos / del amanecer. / Haz vino / con las sombras de la estancia. / Que la luz sea una estela de seda pura / para que tú la toques. / Que nunca diga basta. // Desde que tú llegaste / la primavera ha derrochado / toda su gloria floreciendo / por dentro de mi boca, / nunca mira hacia atrás, / y es libre, / tiene abiertas las manos.»
    2) (Fragmento): «Es un trabajo duro / recoger cada día / con el cuenco de mis manos / la luz del amanecer.»
  5. Varela Gonzáles, Blanca L. (Poeta) (Lima, Perú, 1926-2009)
    1) ('A rose is a rose'): «inmóvil devora luz / se abre obscenamente roja / es la detestable perfección / de lo efímero / infesta la poesía / con su arcaico perfume.»
    2) ('Escena final'): «he dejado la puerta entreabierta / soy un animal que no se resigna a morir // la eternidad es la oscura bisagra que cede / un pequeño ruido en la noche de la carne // soy la isla que avanza sostenida por la muerte / o una ciudad ferozmente cercada por la vida // o tal vez no soy nada / sólo el insomnio y la brillante indiferencia de los astros // desierto destino / inexorable el sol de los vivos se levanta / reconozco esa puerta / no hay otra // hielo primaveral / y una espina de sangre / en el ojo de la rosa.»
    3) ('Persona'): «el querido animal / cuyos huesos son un recuerdo / una señal en el aire / jamás tuvo sombra ni lugar // desde la cabeza de un alfiler / pensaba / él era el brillo ínfimo / el grano de tierra sobre el grano / de tierra / el autoeclipse // el querido animal / jamás cesa de pasar / me da la vuelta.»
  6. Varela, Paula (Poeta) (Buenos Aires, Argentina, 1975)
    1) ('En la pantalla'): «Hay un ministro / que se lamenta por la tragedia, / lo rodean / otras figuras de cera. // Todos parecen humanos. / La voz se oye quebrada, / pronuncia frases preciosas. // Cualquiera podría creerle.»
    2) ('Doni per me'): «Dame / un plato de tagliatelle verdi / y tu obscenidad, / y una copa de vino rosso / servido por tus dedos / que se afinan hacia los extremos / como los de un pianista. // Dame / todas esas calles / que insinúan distanciarnos / y el tiempo que dice no encajar / en mi preciosa biblioteca. // Y si querés, / también tu desmesura / y un jugo de naranja / o tu antiguo cinismo. // Pero no me des nada / que se parezca a un “mi amor” / repetido por inercia / o cualquier otra cosa maravillosa / que hayas podido inventar / en tu otra vida / antes de conocerme.»
    3) ('Si a pesar del riesgo'): «Está bien, / si estás dispuesto / a asumir el riesgo / voy a decirte alguna cosa más / mientras me desvisto / con la elegancia que caracteriza / a los jaguares. / Tomé el recaudo / de limar mis uñas / pero no puedo garantizarte / que no te enamores de mí / o lo que es peor / que mañana / cuando despertemos juntos / descubras que solamente soy una mujer / y que las exquisitas manchas de mi pelaje / eran sólo / simulaciones de mi lámpara / con agujeros.»
  7. Vasalis, M (Poeta) (The Hague, Holanda, 1909-1998)
    1) ('Llora'): «Llora; de los ojos petrificados, porque sueña, / le brotan lágrimas como agua de la peña / que tapizan de seda las pestañas / e irradian luz a las mejillas blancas. // Y aunque llora, parece que no mueva / su carita marmórea y soberbia. // Está solo, a pesar de tenerlo yo en mis brazos; / solo, y en su pequeño sueño queda preso / de su menudo reino. No puedo calentarlo, / no puedo consolarlo, mientras llora su cuerpo... // Hasta que se despierta y me oye canturrear, / me ve y me reconoce de repente, / sonríe, y las lágrimas pendientes brillan más, / y con toda su alma se da a mí abiertamente.»
    2) ('Éxodo'): «Los reyes siguen siendo reyes, / yo he barrido sus tronos; / los esclavos siguen siendo esclavos, / yo les he arrancado las cadenas. / Se fueron por la noche. / Por eso no pudieron habitarme. // Quien podía marcharse ya se ha ido, / orgulloso y amado hasta el último momento; / quien ha tenido que irse renqueando ya lo ha hecho, / más hondamente amado y hasta el fin bien sostenido. / Desapareció el último tragado por la esclusa-portillo: / un remolino de caballos y un látigo de colas / y cuando el polvo se hubo posado nuevamente / y hubo cesado el último rumor de escorias aventadas, / ya sólo oí mi corazón latiendo todavía; / entonces intenté alcanzarlos a fuerza de latidos, / pero no pude hacer marchar el corazón. / Fue entonces cuando se esfumó el portillo de mi vista, / las altas murallas cayeron revolando como hojas / y yo me quedé sola, como estambre en la flor. / ¡Ea, vamonos! Andando a pie descalzo...»
  8. Váscones, Carmen (Poeta, psicóloga) (Guayaquil, Ecuador, 1958)
    1) (De 'Un solo de mujer' / '9'): «Tu silencio / parece tristeza universal / cayendo entre olas / Sale luna rompiente pezones del desvío / saliente cóncava convierte cuneta / melancolía del arpa / Senda carboncillo llanura ninfa / afluye castor olor febril / estero turba tuya / fresco renace espolón navío / batiente rendido cae / tul blanco esparcido / lucero en proa / guarece asfixia del paraíso / Estocada aborigen / Sombra de mar / festival del tabú.»
    2) (De 'La muerte un ensayo de amores' / '1'): «"He venido del mar / y no de la boca de los hombres / que engendraron mis hijos / con la brutalidad de sus gestos. // Han enterrado mi presencia / no sé quién soy // Regreso a la ternura de la ola.»
  9. Veintimilla Carrión, Dolores (Poeta) (Quito, Ecuador, 1829-1857)
    (Asesinada / 'Quejas'): «¡Y amarle pude! Al sol de la existencia / se abría apenas soñadora el alma… / Perdió mi pobre corazón su calma / desde el fatal instante en que le hallé. / Sus palabras sonaron en mi oído / como música blanda y deliciosa; / subió a mi rostro el tinte de la rosa; / como la hoja en el árbol vacilé. // Su imagen en el sueño me acosaba / siempre halagüeña, siempre enamorada; / mil veces sorprendiste, madre amada, / en mi boca un suspiro abrasador; / y era él quien lo arrancaba de mi pecho; / él, la fascinación de mis sentidos; / él, ideal de mis sueños más queridos; / él, mi primero, mi ferviente amor. // Sin él, para mí el campo placentero / en vez de flores me obsequiaba abrojos; / sin él eran sombríos a mis ojos / del sol los rayos en el mes de abril. / Vivía de su vida apasionada; / era el centro de mi alma el amor suyo; / era mi aspiración, era mi orgullo… / ¿Por qué tan presto me olvidaba el vil? // No es mío ya su amor, que a otra prefiere. / Sus caricias son frías como el hielo; / es mentira su fe, finge desvelo… / Mas no me engañará con su ficción… / ¡Y amarle pude, delirante, loca! / ¡No,mi altivez no sufre su maltrato! / Y si a olvidar no alcanzas al ingrato, / ¡te arrancaré del pecho, corazón!»

Reflexión 2

ABECÉ de MUJERES POETAS – Letra V-1

Karen Valladares.jpg

KAREN VALLADARES - Vida y poemas

(Tegucigalpa, Honduras, 1984)

Reflexión 2

Con la primera versión de Reflexión-2, procuré ser tímido —ineficaz el exceso— para no desorientar al improbable lector con lo inestable o brusco. Así, una buena temporada trabajé sobre entrevistas que llamaban mi atención, como la de Rojas y enseguida otros artistas; después me surge una euforia tranquila hacia el sublime poema-libro Descripción de la mentira del maestro Gamoneda. Decido pronto conservar lo mensual y así nace la creciente biblioteca que hoy supera el mes de meses y brota desde el botón Ir a reflexiones anteriores, situado al final de Reflexión.

Mediado 2012, creí que era el momento de otro camino, esta vez largo pues sigue la vía del abecedario, tal como apuntaba ya la Reflexión-1. Además, el corazoncito me venía reclamando una mayor dedicación a la mujer, la de melena poeta, para torcer el excesivo defecto secular y, a la vez, reconocer su valía en este campo de la creación. Y, naturalmente, servir de agradecimiento a mis lectoras, que asombrosamente insisten.

En julio de 2012 he iniciado pues, como Reflexión-2, este ABECÉ de Mujeres Poetas, que de la A a la Z se completa mes a mes, desde la selección posible de autoras y textos. En cada letra rastreo recojo lo accesible y elijo lo oportuno (mi preferencia es elegir poetas en español, pero algunas letras se resisten y, además, más de una vez me vence la devoción). La primera, Anna Ajmátova, y las sucesivas, ya extensa serie, pueden verse en Ir a reflexiones anteriores). Me centro en que cada actual elección resulte óptima.

Fuentes: Páginas varias de internet, entre ellas:
«http://karenvalladares.blogspot.com.es/»
«http://circulodepoesia.com/2013/05/poesia-centroamericana-actual-karen-valladares/»
«http://conexos.org/2013/05/11/dos-poemas-de-karen-valladares/»
«http://ivomaldonado.blogspot.com.es/2012/01/karen-valladares-poesia-joven-de.html/»
«http://letras.s5.com/kval300913.html/»
Selección y comentarios: Xoán A. Leiceaga Baltar

Vida de Karen Valladares

Karen Valladares (Honduras, 1984), poeta, escritora, gestora cultural. Fue miembro de los talleres Edilberto Cardona Bulnes y Máscara suelta, integrante de la asociación nacional de escritoras de Honduras (ANDEH), codirectora de la revista metáfora, miembro fundador del movimiento literario Poetas del Grado Cero, miembro de la editorial cartonera Grado Cero. Algunos de sus textos fueron traducidos al inglés y al polaco.

Sus poemas se publicaron en destacadas revistas principales de literatura de Hispanoamérica. Ha participado en diversos festivales y encuentros literarios tanto en su país como en el extranjero, entre los que destacan: 1er encuentro centroamericano de escritores (Honduras, 2005); El pacífico escribe (Acapulco, Gro, México, 2010); 1er encuentro latinoamericano de poesía joven Vásquez de Coronado (Costa Rica, 2010); XX edición del Festival Internacional de poesía en Rosario (Argentina, 2012).

Obra poética de Karen Valladares

Antologìa Sociedad Anónima (Ed. Pez Dulce, Honduras, 2007)
Libro: Ciudad Inversa (Ed. Grado Cero, 2009)
Antología Nuevos poetas de América Latina (Ed. Miselena Caserola, Argentina, 2010)
Recopilación de poesía femenina iberoamericana (Ed. Cascadas de palabras, México, 2010)
Antología Canto de Sirenas iberoamericanas (Madrid, ¿?)
Antología de poesía hispanoamericana, del siglo XXI (Ed. Litoral, ¿?)
Libros: Maldita poesía y Ninguna tarde azul

TRECE poemas de Karen Valladares

De CIUDAD INVERSA: La lluvia sueña que es ciudad y viceversa

Son las siete y treinta de la noche de un día jueves, del mes de abril.

Lo raro es que llueve, hace viento, pero con algo de calor, el calor alborota la ciudad.

Hacía un par de días o meses que no llovía, la lluvia baja con rabia, con cierto celo; aunque de igual forma se le escucha triste. La lluvia esta noche viene vestida de ecos.

Yo estoy sola, con un silencio casi agudo en mi cuarto que perfectamente podría escucharse el correr de mi sangre, sino fuera por la lluvia. Pobre lluvia, como baja queriendo romper los techos y los adoquines, esos mismos adoquines que ni sombra tienen. La lluvia sueña que es ciudad y viceversa, a veces aúlla como si fuera un perro, pero vuelve a ser ciudad, se va la lluvia, se va tristemente como se van las voces y los sueños y nosotros mismos.

De CIUDAD INVERSA: Me ha traicionado la poesía

Me ha traicionado la poesía
Se fue la palabra
La imagen
La metáfora
Los libros buenos, y no tan buenos
Se fue al carajo todo
Y yo me quedo hundida en la nada.

De CIUDAD INVERSA: Ciudad inversa

“…Nadie sueña al mundo”…
Jorge Luis Borges

La ciudad
es una lámpara
un abanico.

A veces
es un pájaro,
espejo de la muerte,
polvo de nuestro propio cuerpo.

Un niño que nos usa como barrilete,
un perro que nos lame las sombras.

Hombres y mujeres
que avanzan en cualquier sentido.
A veces simplemente no avanzan.

Es larga,
sin movimiento
sin respiración.

La ciudad es nada más
restos de basura
que vuelan en un cielo negro
o azul

o amarillo.
Esta ciudad,
es como un mal verso
“es una silenciosa batalla en el ocaso,

un latido de guitarra, o una vieja espada”.
La ciudad
es un río
cargado de piedras
donde la piedra azota al río.
Esta ciudad,
esta precisa ciudad
es el mundo
que nadie sueña.

De MALDITA POESÍA: Debo elegir la rabia

Debo elegir la rabia,
la furia, el llanto y el grito y la herida y otra vez la rabia.
Veo que corre mi sangre, que no es mi sangre,
y siento que aquí nadie puede ser feliz.
Ser feliz es una maldición.

Hay que vivir como si nada importara,
golpeándose el pecho; elegir la rabia,
tomar un poco de ron, y pensar que nada importa.
Elegir el fuego, el insulto, la voz irritada,
la queja, la mano empuñada, la casa vacía, la soledad, la mesa sola.
Vuelvo a elegir la rabia,
y pienso en toda la mierda que debo decir.
Esta noche será húmeda hasta los ojos,
y no por la lluvia de este invierno inconcluso.
Pienso en el invierno,
en las hojas cayendo de los árboles,
en el moho de las paredes, en el aullido de un gato, y me da rabia.
Vuelvo a elegir la rabia porque todo es una terrible porquería.
Nadie se ama, nadie se toma de la mano,
nadie se besa. El amor no es cierto.
Elijo la rabia para detener el tedio
de esta casa sin vida.

De NINGUNA TARDE AZUL: Geometría del dolor

Presiento el dolor, la soledad, el frío de mi cuarto. El frío de mi cuerpo desnudo a media noche, pensando en vos; aquella canción de fondo que alguna vez pensé en dedicarte y que escucho cientos de veces para no olvidarte del todo. Abro los ojos y ya no es de noche.

La espera se desliza en mis manos como el último verso.

Presiento que no sé nada de vos estos días, no sé cómo se dice tu nombre, no sé cómo andan tus pasos sin los míos. Todo esto apesta, apesta como a muerto en descomposición. Si pudiera desaparecerlo todo con un chasquido de dedos, si pudiera fingir que en realidad nada de esto me importa. La ausencia, la lejanía, mi cuerpo vacío. Pienso en todo y digo: geometría del dolor, similitud de las cosas, otra vez enfermedad terminal, insectos dentro del cuerpo, gusanos, mariposas en el estómago, vómito, asco, preñez, orgasmo, silencios rotundos. Y el presentimiento de un próximo dolor que me asfixia.

De NINGUNA TARDE AZUL: He dicho oscuridad

No hay nada aquí, todo permanece inmóvil. He visto pájaros, he visto cielos y viento y hojas cayendo, y arboles meneándose y techos de casa a punto de volar. Mi casa está vacía, todos han partido. Hay un olor a enfermedad, hay un olor a perros moribundos, hay un olor a flores marchitas, hay un olor a sexo en la cama, hay un olor a semen en mis manos, en mi vientre ondulado, en la sábana cuadriculada, en mi garganta. Hay un olor a muerte lejana. Aquí todo es pequeño. Tengo frío, mi cuerpo está helado, por favor no he muerto; que alguien me ayude, despiértenme.

De NINGUNA TARDE AZUL: Milonga triste

Amanece y este cuarto semioscuro no me dice nada.
Pienso en la llovizna, pienso en que mi sangre no es mi sangre y no es roja.
Dentro de mi crecen flores, veo la pared vacía y apenas distingo la sombra lejana de mi mano. Pienso en vos, pienso en el verde claro de tus ojos y quisiera darles un nombre misterioso; mientras escucho una rapsodia de Frank Lizt. Tirito, la mañana tirita.
Mi corazón es un tropel de caballos que corre con fuerzas.
Ahora solo puedo pensar en vos, y recuerdo cualquier verso triste de Beckett.
Reflexiono y sé que tus ojos son como una milonga triste.

De NINGUNA TARDE AZUL: Mis ojos

Mis ojos no son ya aquellas calles solitarias y muertas,
la piedra que golpea la tibia mirada que no observa.
No son los trenes que avanzan cargados de gente,
sin nombre,
sin cuerpo,
sin sombra,
sin sueño y sin amorío.
Mis ojos ya no cruzan la soledad,
aquella flor vacía que cae lento en cualquier agujero.
Ya no son lunas y cielos deshojados.
Ya no son
lágrimas, ni dolor.
Ni agua que se pudre en otras aguas.
Mis ojos
ya tienen un color y no precisamente el de la noche.

De NINGUNA TARDE AZUL: Te prometo el viento

Te prometo la ausencia de mis ojos, y este tropel dentro de mis venas.
Te prometo todos los inviernos que vienen y la fría soledad que duerme a la orilla de mi espalda.
Digo tu nombre y se revienta como espuma. Te prometo el eterno silencio de esta fría noche sin vos, te prometo esta palabra parapléjica y todo porque no estás. Te prometo el viento y seré pájaro.

De NINGUNA TARDE AZUL: Un abismo y muero

Estoy enferma, tengo los pies rajados las manos vacías y las uñas sucias y el pelo desaliñado, grito un solo nombre, este grito significa que soy un barco sin rumbo.
Soy una casa deshabitada, mi cuerpo tiembla, mi voz tiembla, la mirada tiembla, intento otra vez decir tu nombre y sale mordisqueado, intento, intento, intento lanzar el cuerpo al tuyo y cae en un abismo. Muero.

OTROS POEMAS: Amanezco

Amanezco, y no precisamente en la mañana.
Abro los ojos, y caminan lento, buscando quién sabe qué cosa.
Aquí las horas tempranas, envuelven por completo la casa.
Sigue latiendo algo dentro de mí,
Y mi cuerpo tendido en la cama,
pensando en todo
pensando con los ojos abiertos
con las manos abiertas
con el corazón abierto como flor
con las palabras abiertas pero mudas.
con los pájaros nocturnos yéndose a su nido
y no a mi techo
y no a mis árboles
y no a mi patio trasero
y no a colgarse a los balcones
y cantar cualquier cosa que se les ocurra.
Amanezco y no precisamente en la mañana
no precisamente en la tarde
no precisamente en la madrugada.
aquí el tiempo se diseca
se vuelve otro
se reinventa
renace
huye
y vuelve cada vez que quiere.
Amanezco
y no precisamente
en las jornadas correctas del tiempo.

OTROS POEMAS: Hablaré de mi infancia

Hablaré de las pequeñas crueldades de la infancia.
Anne Sexton

Hablaré de las pequeñas crueldades de la infancia,
Anne Sexton.
Hablaré de mi infancia,
de mis vestidos cuadriculados
de mis muñecas polvosas
de mi casa de madera
y diré que soy la segunda hija
y diré que soy la única mujer
la que siempre jugó sola
con todos los fantasmas de la casa.

Hablaré de mi infancia
de las enfermedades que me rodeaban
del viento que congelaba la ventana desplomada
de las veces que mis padres llegaban del trabajo a media noche
de las voces que venían del patio trasero
de los fantasmas que me hablaban desde el armario
desde el libro añejado que jamás intenté leer
y que no recuerdo su título
desde el vidrio empañado del espejo
otra vez el espejo empañado.

Hablaré de mi infancia
sin temor de regresar a ella
a volver a vivirla
a volver a caminar
con las rodillas empolvadas
con el pelo largo hasta la cintura
con la fría timidez en mis ojos
con el silencio rebalsando en mi boca
con la soledad en mi cuarto
en las paredes
callándome la voz inocente
que guardé toda mi infancia.

OTROS POEMAS: Quiero matarte poesía

Quiero matarte, poesía.
Lanzarte al hospicio.
Desgarrarte la ropa,
despellejarte.
Maldita.
Quiero lanzarte perlas como a un cerdo.

Quiero provocarte,
sentir tus golpes,
sentir que estás en todas partes y creer que estoy loca.
Sentir que sos mi sombra, mi pared,
mis pasos,
mi cuerpo desnudo,
mi orgasmo;
mi conciencia.

Quiero volverte loca, poesía,
y no dejarte en paz nunca.
Reírme de vos a carcajadas.

Quiero matarte, poesía,
desaparecerte,
borrarte del mapa.
Sacarte de mi vida como a una espina,
darte una patada en el culo
y decirte puta; puta mil veces.

Morite, poesía,
morite lejos de mí,
donde no huela tu olor nauseabundo
y no pueda volver a vomitarte jamás.

FIN de los poemas de Karen Valladares

Xoán A. Leiceaga Baltar, Julio de 2014